El procedimiento utiliza la neuroestimulación, mediante electrodos que se introducen a través de dos incisiones del cerebro, en particular los núcleos basales de Meynert (relacionados con la memoria). Todo unido a una especie de marcapasos, con una batería y cables de conexión. En los núcleos basales de Meynert se concentran importantes niveles de acetilcolina, un neurotransmisor decisivo en las conexiones neuronales y que está implicado en el rendimiento cognitivo. La experiencia con seis pacientes, cuatro mujeres y dos hombres de 57 a 79 años -todos con diagnóstico de deterioro cognitivo moderado a severo-, muestra algunas mejorías, sobre todo en test neuropsicológicos, de afluencia del lenguaje, semántica y trabajo con dígitos. Lo más importante, enfatizan los investigadores, es "la seguridad del procedimiento", ya que tras un año de uso no se observaron efectos adversos, y cuatro de los seis participantes mostraron mejorías. Mientras queinvestigadores españoles dij...