El Graf Zeppelin fue un portaaviones (Flugzeugträger «A») de la Kriegsmarine, nombrado en honor del Graf (conde) Ferdinand von Zeppelin. Fue el único portaaviones alemán durante la Segunda Guerra Mundial. Su construcción fue ordenada el 16 de noviembre de 1935 y su quilla fue armada el 28 de diciembre de 1936 por la Deutsche Werke de Kiel. Fue botado el 8 de diciembre de 1938, pero nunca fue completado ni puesto en servicio, y por supuesto nunca entró en combate.
Al finalizar la Primera Guerra Mundial y tras la firma del Tratado de Versalles en 1919, Alemania no disponía de medios para la construcción de portaaviones. Sin embargo, en 1933 Wilhelm Hacelar diseñó uno con dotaciones para 50 aviones —28 bombarderos y 22 cazas—. La falta de conocimientos en este terreno provocó que la construcción sufriera importantes retrasos. Por otra parte, la construcción masiva de submarinos fue otro de los factores que impidió la aceleración de este buque. Unos meses antes de que concluyese el conflicto, y sin que hubiera finalizado su construcción, el portaaviones fue hundido. La URSS lo llegó a reflotar, pero se hundió de nuevo.
En 1935, Adolf Hitler anunció que Alemania construiría portaaviones para reforzar la Kriegsmarine. Las quillas de dos fueron armadas el siguiente año. Dos años más tarde, el gran almirante Erich Raeder presentó un ambicioso programa de fabricación de navíos llamado Plan Z, según el cual se debían construir cuatro portaaviones hasta 1945. En 1939 revisó el plan, reduciéndolos a dos.
En mayo de 1941, Raeder todavía era optimista sobre el proyecto e informó a Hitler que el Graf Zeppelin, que entonces estaba construido aproximadamente en un 85%, se completaría en alrededor de un año y que sería necesario otro año para la navegación marítima y los ensayos en vuelo. Raeder siguió presionando a Hitler para asegurar que los portaaviones se construirían.
En 1943, Hitler se había desencantado con la Marina. Raeder fue relevado, a petición propia, y Dönitz, el almirante de submarinos, ocupó el máximo puesto naval. Los trabajos se detuvieron con el 95% del portaaviones completo; todos los armamentos fueron desmontados y trasladados a baterías costeras de Noruega. El casco fue utilizado para almacenar madera para la Kriegsmarine.
Con la guerra dando sus últimos coletazos, en abril de 1945 y con el portaaviones anclado en Stettin (en la actual Polonia), el capitán Wolfgang Kähler dio la orden de volar el buque para evitar que cayera en manos soviéticas.
Hallazgo en 2006:
El Graf Zeppelin, un buque gigante de casi 260 m de largo, yace a una profundidad de 87 m, pero no constituye un peligro para la navegación, porque su punto más elevado se encuentra 60 m debajo de la superficie del agua.Ahora, un equipo de expertos planea rescatar los artefactos de la nave.
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