Aunque cueste creerlo, en una sóla maceta nos cabe un arbolito frutal casi mágico, capaz de ofrecernos fruta variada suficiente para hacer macedonias muy distintas. Pomelos, naranjas, limones, ciruelas, peras y otras frutas cuelgan de estas increíbles plantas, bautizadas como árboles de ensalada de frutas.
No, para conseguirlo no hay que plantar frijoles mágicos y esperar el milagro, ni mucho menos seguir a un conejito para viajar al país de las maravillas. Basta con encomendarse a la ciencia y liarse a hacer injertos en una sola planta o, mucho mejor, adquirir directamente alguno de los cuatro increíbles árboles que han sido creados con estas propiedades por unos australianos.
En Australia, James y West Kerry cultivan y venden cuatro tipos de árboles de ensalada de fruta en distintas variedades. Uno de ellos da melocotones, ciruelas, nectarinas, albaricoques, etc., mientras el de cítricos nos dará una naranja de invierno, otra de verano, mandarinas, limones y limas, pomelos, etc.
También están los manzanos, que nos ofrecen distintos tipos de manzanas o su equivalente en peras, que nos regala entre dos y cuatro tipos distintos de peras asiáticas. Y, por supuesto, las posibilidades siguen abiertas, pues este injerto múltiple está funcionando de forma tan sorprendente como esperable, ya que se trata de una técnica que los agricultores han realizado durante miles de años. En este caso, la novedad es hacer injertos de tantas plantas, y el éxito obtenido permite seguir avanzando en nuevos grupos de frutas o variedades de la misma fruta para cada árbol.
A efectos prácticos, el inventazo ahorra espacio en el jardín o en un pequeño huerto, ya que crecen en maceta y, por supuesto, en el suelo. Además, abre posibilidades hasta ahora inéditas en la creación de huertos en el mismo balcón de casa. Además, permite tener frutas para toda la temporada, pues su maduración se va solapando.
Por cierto, una curiosidad: sus creadores explican que si se planta la semilla de sus frutos se obtendrá algo insospechado: limones de la semilla de un pomelo, naranjas o cualquier otra sorpresa genética. Ahora sólo falta que sean de cultivo orgánico para resultar perfectos.
No, para conseguirlo no hay que plantar frijoles mágicos y esperar el milagro, ni mucho menos seguir a un conejito para viajar al país de las maravillas. Basta con encomendarse a la ciencia y liarse a hacer injertos en una sola planta o, mucho mejor, adquirir directamente alguno de los cuatro increíbles árboles que han sido creados con estas propiedades por unos australianos.
En Australia, James y West Kerry cultivan y venden cuatro tipos de árboles de ensalada de fruta en distintas variedades. Uno de ellos da melocotones, ciruelas, nectarinas, albaricoques, etc., mientras el de cítricos nos dará una naranja de invierno, otra de verano, mandarinas, limones y limas, pomelos, etc.
También están los manzanos, que nos ofrecen distintos tipos de manzanas o su equivalente en peras, que nos regala entre dos y cuatro tipos distintos de peras asiáticas. Y, por supuesto, las posibilidades siguen abiertas, pues este injerto múltiple está funcionando de forma tan sorprendente como esperable, ya que se trata de una técnica que los agricultores han realizado durante miles de años. En este caso, la novedad es hacer injertos de tantas plantas, y el éxito obtenido permite seguir avanzando en nuevos grupos de frutas o variedades de la misma fruta para cada árbol.
A efectos prácticos, el inventazo ahorra espacio en el jardín o en un pequeño huerto, ya que crecen en maceta y, por supuesto, en el suelo. Además, abre posibilidades hasta ahora inéditas en la creación de huertos en el mismo balcón de casa. Además, permite tener frutas para toda la temporada, pues su maduración se va solapando.
Por cierto, una curiosidad: sus creadores explican que si se planta la semilla de sus frutos se obtendrá algo insospechado: limones de la semilla de un pomelo, naranjas o cualquier otra sorpresa genética. Ahora sólo falta que sean de cultivo orgánico para resultar perfectos.
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